El proyecto propone conservar las fachadas y la estructura arquitectónica existente, como testimonio de la preciosa estructura de la casa modernista. La fachada principal se desmarca de todo lo demás y permanece como una simple sombra, un velo, un fantasma del pasado.

A partir de esta decisión de preservar el antiguo edificio, la intervención se centra en la creación de un gran patio central en el cual se abren nuevas y modernas fachadas interiores.

La creación de un espacio central único y abierto permite utilizar los pequeños patios del perímetro conservado: únicamente la inserción de paneles ligeros permite ocupar los espacios respetando todas las fachadas y suma del carácter original.

Esta intervención queda definida por dos gran sectores separados y complementarios: por un lado la restauración y adecuación de las partes históricas, y por otro la creación del patio y de los cuerpos de vidrio tecnológico que incorporan toda la nueva intervención (escaleras, ascensores... ).