El solar destinado a nuevo Cuartel de la Guardia Urbana ocupa una lengua verde correspondiente al cauce de un viejo torrente, zona intersticial en la que la vegetación se insinúa bajando desde la Sierra de Collserola. En este contexto único, nuestra propuesta intenta crear las condiciones para que se produzca ese "Tercer paisaje" presagiado por Gilles Clément como ambiente necesario para que también en el ámbito urbano se restablezca la biodiversidad, el equilibrio perdido entre el mundo natural y la artificial.

Un edificio de madera, presencia ligera y evanescente, surge desde viejo caudal torrentino y domina con su nítido volumen la Ronda como nueva referencia urbana. En este fragmento de paisaje híbrido, donde la velocidad de la gran infraestructura viaria se encuentra con la calma de las colinas periurbanos, donde la ciudad se hace menos densa y dura, tres cuerpos de fábrica brotan del entorno vegetal y selvático que les rodea.

Como si las ramas y los troncos transportados por el curso del agua se fueran organizando geométricamente en una estructura que participa en los aspectos matéricos y funcionales del contexto natural donde se sitúa, de manera atenta al medio ambiente, y formalmente decidida, definiendo una arquitectura al mismo tiempo sólida y delicada.